miércoles, 14 de noviembre de 2012

NIVEL 3: REFLEXIÓN (BARRY SCHWARTZ)

Vivir bien y hacer el bien consiste en adoptar una vida cuyo valor central sea la realización del hombre en todas sus dimensiones y ésta sólo se logra en sociedad, pues el hombre es, cuando participa activamente en el mejoramiento del entorno en el que se desenvuelve.

Aunque este modelo ético data de hace varios siglos (Aristóteles), sigue vigente. ¡Porqué y cómo se puede aportar a esta sociedad ya tan rebajada al consumismo y al olvido de lo esencialmente humano?
Tal pregunta sólo puede responderse desde el ámbito de la sabiduría práctica. Tal y como lo describe Aristóteles la sabiduría es una virtud que como todas se logra con experiencia, si es necesario bajo el modelo de ensayo y error pues de las circunstancias y errores se logra tal sabiduría. Si bien es cierta la importancia de establecer reglas, límites y parámetros a nuestro accionar, no se debe condicionar y limitar el comportamiento a merced de éstas.

Depender excesivamente de las reglas mena la imaginación y la capacidad de elección dentro de un grupo de posibilidades. En algunas ocasiones prima el discernimiento acerca de la aplicación de una norma sobre la decisión radical. Y ello se debe a que el carácter ético sobresale al moralista. Se necesitan personas sabias para dar a este mundo un nuevo condicionamiento y más aún maestros sabios que con pasión y empatía realicen su labor por la satisfacción de hacer las cosas bien y no por que represente un incentivo económico pues se está más acostumbrado a "hacer las cosas por algo a cambio". Los maestros debemos enseñar antes que todo el respeto y el amor hacia el conocimiento y la formación del carácter, pues de ahí en adelante inculcar conceptos y fórmulas es lo más fácil. Además estar siempre dispuestos a encontrar las herramientas que faciliten en los niños y jóvenes el aprendizaje, tales como nuevas tecnologías y recursos pedagógicos. 







1 comentario:

  1. Una lección de ética en pocas palabras es lo que nos compartes en tu reflexión! En verdad, las motivaciones de los maestros deberían ser más intrínsecas que externas, en todo caso, el sólo hecho de aprender nuevas cosas y nuevas maneras de hacer las cosas, ya son una retribución significativa. Disfrutemos entonces este proceso que nos aporta tanto para nuestro crecimiento personal y profesional! Un abrazo, Maru.

    ResponderEliminar